viernes, 30 de septiembre de 2011

Sin manos para decir nunca


Quizás llegue un día de estos en los que el cielo se cansa de ser claro, coja el abrigo del perchero y me marche por el camino de al lado de casa que parece no tener principio ni fin. Y quizás mientras camine sin mirar atrás, y los chopos (temblones) se rindan ante el joven viento de otoño, caiga en la cuenta de lo inútil que es alejarse. De lo absurdo de una huida anónima, cuando no dejas nada atrás más que una casa con un siamés que maúlla todas las noches y algunas cartas sin enviar. Y tal vez recurra a una mirada inocente y perdida, como si se me hubiera olvidado coger el monedero para ir a comprar. Y es que por muchos aeropuertos que pise, por muchos pasos de cebra que cruce o por muchas noches que intente perder el sentido con el alcohol, el siamés continuará maullando cuando la vinosa luna se eleve y las cartas permanecerán en ese pequeño cajón de madera de pino, atestadas de polvo y sin sellos en los sobres.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

es un extracto muy agradable y melodioso..
un beso y un tibio abrazo...^^

Flaviani. dijo...

La gilipollez de que me flipa la palabra chopos, y que las huídas anónimas nunca dan resultado.

Schmetterling! dijo...

Como si todo siguiera igual. Flop!
Me encanta como esta escrito.
Muaa

Lucilíndala dijo...

Pues...me he acordado de un poema de Kavafis que se llama La Ciudad y que habla de esas huidas que siempre emprendemos alguna vez intentando huir de nuestra rutina cuando en realidad lo que buscamos es huir de nosotros mismos. Besazos, guapísima.

Lizzie Tallis dijo...

Hola Laura! :)
Soy Marina, la de Traducción. No sabía que tenías blog. Muy bonita la entrada, escribes muy bien.
Te sigo.
Un besito.

Anónimo dijo...

Me encanta, como era de esperar :)
Yo voy a huir, pero volveré dentro de un tiempo.

No creo que nos veamos, yo soy del turno de tardes, y tú seguramente estés en el matutino, pero bueno. Si algún día te veo te saludaré y diré que soy la de los desvaríos literarios (para no asustarte) xD

¡Un besazo enorme!