miércoles, 20 de abril de 2011

Memento









Permíteme el valor idílico de la duda sobre en qué hemos degenerado. Yo, temerosa de perfecciones en pieles extranjeras, y tú, alienado en el camino de vuelta a casa. Tal que así, morimos como perros callejeros que no supieron en qué charco sucio beber por última vez. Tú, despedazando el tiempo entre bostezos apagados, y yo, exasperada por hablar olvidada. “Se nos prestó un silencio sórdido como el olvido, y no sé cómo bordearlo.” Que me llamabas con motes grises y, cada vez que tu boca se entreabría, tus palabras eran enjambres de abejas que se me colaban por entre los oídos y me aguijoneaban las ganas de continuar. Y cuando el mundo se hundía sobre sí mismo, nosotros también nos despeñábamos por precipicios escarpados con salientes convexos que nos rasgaban la piel. Caíamos como amapolas con el tallo doblegado, acompañados por lluvias de abril que nos erosionaban nuestras hojas mal trazadas. Y sabíamos que moriríamos vírgenes en el amor, preservándonos de manera irracional por miedo a que se nos abriese en dos el corazón.

Permíteme al menos que, en esta noche donde todo parece inerte y donde el grajo vuela cada vez más a ras de suelo, dude de esta realidad tan fingida que poco a poco me carcome. Nos dudo aquí, sentada con las piernas cruzadas. Tengo incertidumbre en el pecho. Pulmonía de olvido. Te toso con espasmos. Y vas marchándote sin volverte de nuevo, te pierdes por el bostezo del lobo, te abrazas a la oscuridad y yo me desprendo del memento.



¡Nuevo blog!: http://poppiesinjune.blogspot.com/

Flickr: http://www.flickr.com/songforlovers

Facebook: http://www.facebook.com/seeingthedusk

martes, 12 de abril de 2011

The snow it melts the soonest


No sé si tiene sentido preguntarme si sigues aquí o si te has ido. Si en algún momento de la noche resulta que cogiste el blazer desgastado que te compré por tu cumpleaños y cerraste la puerta con movimientos de acróbata mal enseñada. O si, por el contrario, permaneces aquí y ahora, a mi lado, con las palmas unidas y el delgado camisón de franela sin llegar a cubrirte las piernas.
Ahora me deslizo por escaleras y peldaños, me recorro el sueño, lo hago de papel, veo a la luna que me mece menguante mojada en absenta, del mismo modo que menguan las posibilidades de que seas tú quien respira a mi vera. Y en verdad tiemblo de miedo. Por si abro los ojos y me encuentro con los tuyos, suplicantes, pidiéndome una atención que pocas veces llega, o por si ya no hay nada más que tu ausencia extendida sobre el colchón, una despedida que se ha ido con tus fruncidos labios inertes, restableciendo el olvido. Y en verdad que no sé si estás aquí o si te has perdido, porque el sopor me acecha en un rincón de este piso de alquiler, se contonea en la penumbra y me continúa tentando de dudarte, a seguir creyendo que sigues con vida y que me recorres con el índice mis cráteres mal trazados.


So never say me farewell here, no farewell I'll receive.

Para las ausencias y la duda de saber si es cierto que la persona que se va resulta que sigue aquí. Porque no sé por qué, y no quiero que nadie me lo explique, pero siempre que miro al horizonte casi puedo verlos regresar corriendo, al mismo tiempo que la nieve se derrite.