Estoy
sufriendo un preludio, algo que ni siquiera ha ocurrido todavía y que, sin
embargo, es tan real como el ahora que aquí nos sostiene. Una anticipación al
dolor, algo que no ha llegado a materializarse pero que quema la carne. Alguien
dijo alguna vez que es mejor morir en la cumbre a bajar por la ladera dando
tumbos. Ahora estoy sobre el peñasco y quiero llorar por aquellas lágrimas que
no tienen razón alguna para ser derramadas. Lágrimas injustificadas que
anuncian que la euforia se amarga siempre al mirar hacia delante. Y tú te vas,
te vas y vuelves. Estás aquí, a mi lado y, aun así, ya te has ido.
2 comentarios:
A veces solo nos queda esperar.
Comparto el fragmento.
Un beso, preciosa.
Suerte.
"Una anticipación al dolor". Es un sentimiento extraño pero yo también lo he sentido y me ha encantado cómo lo has descrito. Esos momentos en los que uno se siente como deprimido, con una extraña sensación de inquietud y melancolía y sin saber ni por qué. De hecho, hablado de Melancolía, la frase de "estoy sufriendo un preludio", me ha recordado al maravilloso preludio de la película de von Trier con Wagner de fondo, que además funciona como anticipación de todo lo que va a venir a continuación.
Vamos, que leerte como siempre me hace recrear e imaginar cosas maravillosas.
Un beso!
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