lunes, 27 de junio de 2011

La memoria del tacto, que arde más que quemaduras de tercer grado.


















A veces notaba cómo una irrealidad se expandía dentro de sí misma. Y el tacto se le volvía liviano, como los vértices de los pétalos de las rosas del jardín, le temblaban los dedos, como la luz variable del viejo candil. Le inquietaba su propio rostro reflejado en el cristal, y sólo con cerrar los ojos ya creía abandonarse a la bienvenida de una muerte dulce y placentera. Dejaba de respirar cual golondrina amedrentada, alzando la barbilla hacia el vacío y notando cómo el mundo seguía girando sin que ella se lo permitiese. Se preguntó cómo era que, aquel tacto etéreo que tantas veces la confundía, tuviera tanta memoria para escenificar de nuevo aquellas huellas que hace tiempo se habían trazado por sus caderas prominentes. Se preguntó cómo era que alguien olvidaba con tanta facilidad y cómo, sin embargo, a ella se le grababan las caricias como quemaduras de tercer grado.



La fotografía la tomé en el Ponte Vecchio al atardecer. Para más detalles y fotografías del viaje: http://poppiesinjune.blogspot.com/

12 comentarios:

galmar dijo...

la piel tiene memoria sí, y de la buena :)
me encantan las fotografías que has subido a los blogs :)
un biquiñooo

Alástor dijo...

No tiene mucho que ver... pero esto me ha recordado El embrujo de Shanghai, y el calor mágico y curativo que se desprendía de las manos de uno de los personajes... lástima que a veces los dedos quemen.
Es curioso que precisamente esa facilidad para olvidar suelen tenerla quienes provocan las quemaduras más graves...
Gracias por la visita y el comentario... espero que te hayan quedado ganas de volver. Besos.

Anónimo dijo...

Eso es porque, esas caricias que queman, fueron importantes.


Una bolsita llena de sugus de todos los sabores.

Emilia S dijo...

Tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

me respondes a munekitacat@gmail.com

besosss

Catherine

saqysay dijo...

El tacto, es algo que no se puede borrar fácilmente, sobre todo cuando hay caricias, que dejan huella.Tal vez, los gestos, las palabras las miradas, no puedan mantenerse con el tiempo. Pero una caricia, te marca el alma y la piel...

Besos, bella imagen. Te felicito!

Anónimo dijo...

Me encanta, tanto la foto como el texto :)
¡Un besazo!

Adrià dijo...

Los recuerdos quedan guardados en la memoria de las personas al igual que a las ciudades, la historia que han vivido.

Preciosa ciudad y texto. No sé si em recordaràs, però fa temps escrivia com a Donlimpio.

Un saludo :)

Diario de un PEaton dijo...

Es escrito de tercer grado, sin quemaduras dios quiera que no! jajaja
Saludos Laura,

Lucilíndala dijo...

Yo, en este momento me he puesto el traje ignífugo, mi vida sentimental no pasa por su mejor momento pero las recuerdo perfectamente...es como tener la espalda quemada al sol tras olvidarse el protector solar en casa...Un saludo, cielo

Emilia S dijo...

Tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

me respondes a munekitacat19@hotmail.com
besoss
Catherine

Anónimo dijo...

que lindas palabras me han encantado, son hermosamente adornadas con significados múltiples.
Cuidate, un beso.

Anónimo dijo...

Qué bonito lo que has escrito (como siempre)... la verdad es que a mí, personalmente, también se me graban las caricias... y creo que a cualquiera, al menos debería ser así, porque son una forma más de recordar a la persona que quieres, recordando su tacto.

Y las fotos, como ya te dije, son una pasada... qué bonita ciudad!

un besito!