lunes, 12 de julio de 2010

Carta a una señorita en París


Berlín, 17 de junio de 1958

Querida Edith:

Ante todo, comunicarte (aunque eso lo habrás deducido tú solita) que no estoy muerto. Sé que llevo unos quince meses sin escribirte, pero no he encontrado otra ocasión más propicia para hacerlo.

No sé qué tal irán las cosas por París; sin embargo, puedo asegurarte que por aquí no hay ningún lujo a unas cuantas manzanas. Friederich y yo nos metimos de ocupas en un pequeño antro en Ackerstraße, donde apenas cabemos los dos y el pequeño bichón maltés que nos encontramos abandonado. La insalubridad se respira en cada rincón, por lo que he tenido que apartar unos cuantos excrementos de rata para poder escribirte esto. Recuerdo que la semana pasada teníamos tantas bolsas de basura acumuladas en el recibidor que a duras penas se podía respirar. El hedor es todavía más insoportable debido a las altas temperaturas, no sabes las ganas que tengo de que llegue el frío.

Después de relatarte una suculenta a la par de breve descripción del ambiente desde donde te escribo, voy a pasar a lo primordial.

Lo nuestro terminó con la rapidez con la que los días de pesadumbre se pierden en el olvido. Ambos sabíamos de la imposibilidad de llevar a cabo algo así. No supimos llevar el hilo conductor de la relación, así que éste terminó por deshilacharse. Envejecíamos mirando al tiempo con desprecio. Al cabo de dos meses juntos nos sentimos demasiado atados el uno al otro. Comprendimos que llegaría un día en el que algo nos lanzaría al mar y cada uno intentaría nada hacia orillas distintas, por lo que terminaríamos ahogándonos.

Todavía tengo presente tu olor a desinfectante. Quizás suene vulgar y habría sonado mejor algo así como a amapolas o a flores silvestres, pero no podía tratarse de otra cosa al provenir de una enfermera francesa. Maldita sea, de veras que no sabes lo que es estar pegado al maldito bote de alcohol las veinticuatro horas del día. Friederich dice que voy a terminar colocándome y que algún día me reventarán las fosas nasales, pero a mí no me importa. Tanto da, sinceramente. Él no lo entiende. Fuiste mi peor vicio, así que qué menos que algún rastro insignificante de las malas costumbres. Qué menos, desde luego.

No quiero escribir un adiós (ni siquiera un “hasta luego”), porque no soy de los que se despiden de forma tan corriente, ni de los que finalizan con frases memorables.

P.D: Te pido disculpas por mi mala caligrafía y por el manchurrón de café en la esquina, fue en un descuido.



24 comentarios:

galmar dijo...

15 meses sin escribirle!! caray!! no estoy segura, pero es una historia de inmigración, no? qué duro es tener que irse de tu tierra por necesidad!! ahora han cambiado un poco los personajes, pero sigue habiendo muchas personas que tienen que hacerlo, ojalá fuesen cada vez menos :) un beso muy grandeee :))

Anónimo dijo...

Enfermera francesa... Esta muy bueno el post de vdd

Cía dijo...

Vaya...en verdad me da mucha penita que el pobre se encuentre en esas condiciones...

Quizás Edith ya se haya olvidado, pero él siempre tendrá el bote de alcohol para recordarla :)

Un besín fuertote!

Anónimo dijo...

espero que puedan perdonarse quince meses.. muás

Bittersweet Bali | Cora Caldentey Muriel dijo...

*.* Pobre... Si yo fuera Edith le escribiria una preciosa carta quince meses si de verdad se quieren no son nada! ^^

Un Besito!

Zazish dijo...

Me gusta mucho. Me gusta la personalidad del remitente.

Alexandra dijo...

preciosoooo!! *-*
en verdad escribes muy pero k muy bieen, me gusto mucho esta carta!
besoo, cuidatee! :D

Anónimo dijo...

se observa tan sencillo, que parece hasta real(lo es?).
un verdadero agrado.

Cuidate mucho preciosa.

Anónimo dijo...

Hay amores que matan, pero no todos están dispuestos a morir por amor.

Este chico tiene caracter y me gusta. Estoy deseando conocer la respuesta de la enfermera francesa.

Un muá(h) y un sugu de naranja!

saqysay dijo...

Hoy ya, no se, acostumbra a escribir cartas, lo mas usado es el e-mail, mensaje de texto, llamadas y videos chat. Esto de Internet, vuelve las comunicaciones más rápidas y precisas.

Las condiciones que describes son horrendas, pero existe "ese" sentimiento de compartir. El diario vivir, a través de unas lineas.

Gran post, te felicito!!

Besos, cariños y abrazos desde la distancia.

poetadebotella dijo...

15 meses eh?
como se hace de rogar...!:)
uuhh de rayas y con olor a vainilla?
como mola tu cajita entonces!:)
muá

Fiorela. dijo...

hermoso, lo escribiste vos? la verdad me encanto!! nunca habia entrado a este blog, voy a seguirte para leerlo mas seguido!

Dara dijo...

hay algo tierno definitivamente en el desinfectante.



(besodeesquimal,
señorita)

Diario de un PEaton dijo...

Y porque ami no me haces caso, tengo que enviarte a caso una carta, me parece un ardor con visa, y letras a deshoras.
soy un tipo disfrasado de cualquiera, que espera algo,...de ti.

Anónimo dijo...

Non, rien de rien, non, je ne regrette rien ni le bien qu'on m'a fait, ni le mal tout ça m`est bien egal non, rien de rien, non, je ne regrette rien.


Un texto precioso, muy profundo. Querida Edith Piaf... he comprendido que por muy doloroso que sea el pasado, siempre permanecerá ahí, en algún lugar del tiempo; non, je ne regrette rien.

.A dijo...

todavia tengo impregnado en mi piel tu olor..

NooN dijo...

Môme Piaf ...
Pour toi Edith, mon amour ..
Una hermosa lección de amor.

Impresionante texto como siempre.
Un besito linda.

Anónimo dijo...

Que buena historia! Lo que más me gusta es el realismo que tiene, me ha recordado al Extranjero de Camus por lo de estar viviendo fuera, y las condiciones en las que vive. También, si fuera una peli, podría estar dirigida por Jeunet :)

Yo tampoco subo nada de mi novela (estoy escribiendo una desde hace un par de años) por lo mismo, porque los capítulos son largos y como tú dices a la gente le costaría seguir el hilo ;)

un bso grande!

Nati Jota dijo...

Un muy buen buen libro. Besos grandes! Con cariño.

Ichi dijo...

Solo puedo decir... WOW

La paciente nº 24 dijo...

Desinfectar las heridas a través de la nariz, olisquear los vicios como un perro sabueso los recuerdos...

Unknown dijo...

Her-mo-so.
Así, separado y bien claro. Casi en mayusculas, pero esque no me gusta gritar (solo a veces) así que así, en minúsculas, porque es bonito decir las cosas con suavidad.
Porque con todo, con el olor a desinfectante, después de tanto tiempo, aun sin haberla dejado de escribir, porque con el tiempo y las circustancias jugando en su contra el no la olvida, y la esnifa a distancia.

Sin palabras, en realidad.
Genialítico (porque las palabras normales se quedan demasiado cortas)

galmar dijo...

Hummmm el amor!! Ojalá ella le escriba y le diga que le quiere:) muchas gracias por tu comentario:))) mil besotesssss:)))) y muy feliz díaaaaa:)))

Pesadillas de Papel dijo...

Hola, es mi primera visita por aquí, caí en paracaídas, espero seguir leyéndote.

Saludos!

Buen texto.