lunes, 24 de agosto de 2009

Notas en sepia

Nadia comprendió que había llegado la hora de dejar de tocar. No porque los dedos estuvieran entumecidos de tanto transitar las teclas, o porque eran ya las tres de la madrugada y el vecino del quinto no tardaría en utilizar la escoba como utensilio destroza-techos; sino, simplemente, porque se dio cuenta de que el hombre que aparecía en el retrato color sepia de encima de la repisa había entrecerrado ligeramente los ojos.
-Parece que ya te he empalagado lo suficiente con todas las sonatas y adagios que conozco –suspiró, mientras sonreía somnolienta-. ¿Sabes? Me alegro de que te dejaras fotografiar el día de tu cumpleaños. No me gustaría tener que basarme en mi capacidad humana, débil e inservible para salvaguardar cada rasgo que divisé en tu rostro, manteniendo el encanto superfluo que emanaba tu figura.
Colocó bien el portarretratos, por lo que éste ocupó un lugar más cercano a la joven.
-¡No me mires así! No es malo recordarte, eres el único que me tiene por artista y el que está incluido en mi mundo, junto al piano y al café de los sábados.
Silencio.
-Tranquilo, todavía estoy en la fase de provocar la misericordia en el resto de personas, aún no me tachan de lunática –no pudo menos que sonreír, a pesar de que diera más razón de peso al adjetivo mencionado-. Pero ellos no lo saben, cariño. Los chillidos me están ahogando poco a poco el subconsciente, aunque tú ya me lanzaste al agua hace tiempo.
Se pasó la manga del camisón por la nariz.
-Y ellos tampoco lo entienden. Lo peor de todo no fue que te marcharas, sino que me dejaras atrás.

8 comentarios:

Elena Cardenal dijo...

A veces una fotografía es todo lo que nos queda, pero al menos ella es feliz tocándole canciones, que solo él puede entender.
Muy bonito guapa!!
Besos!!

Anónimo dijo...

Ay, niña... qué tristeeeeeeee!!!

Un beso real, de alguien que ni se marcha ni te deja atrás.

Dara dijo...

¿Y él le dejó atrás porque se murió? Porque si fue eso, no querría que ella estuviera tan triste como para terminar volviéndose loca, ni querría que solo tocara para él. Igual es que fue ella la que quiso quedarse atrás.


miau
de
pastel
de
plátano

Vanille Galaxy dijo...

A veces los recuerdos amargos vuelven los retratos de sepia. Y las melodías animadas en serenatas tristes.

Un muás.

Anónimo dijo...

me encantaria leer algo de la novela que escribes.^^
una abrazo, preciosa.

saqysay dijo...

La vida está llena de recuerdos, fotográficos... Algunos agradables otros, no tanto...

Me dio penita!, Besitos que andes bien!!

Diario de un PEaton dijo...

MUy buena narrativa, lastima que no explicas muy bien el asuntico del tipo de la fotografia, quien fue?, quien era?
EN fin, son textos cortos pero muy buenos,me encanta como escribes.

Zazish dijo...

Tal vez no toque sólo para él porque no le escuchen los demás. Tal vez porque sus oídos son los únicos que merecen sus melodías.

Es genial. Hacía mucho que no podía entrar, me alegro de haberlo hecho finalmente.