lunes, 8 de junio de 2009

Fotografías desde el cielo de canela


Hacía un frío de mil demonios que resquebrajaba las costillas y te imponía un miedo a respirar. Podía percibir la canela, incluso el débil rastro de las mandarinas, que se iba alejando conforme daba un paso más en dirección hacia los cerezos olvidados del jardín de atrás.
Tú brincabas por cada vertiente rocoso, incluso aquéllos cubiertos por papeles cebolla de color verde oscuro –o comúnmente llamado musgo-. Ibas demasiado deprisa, a mí el viento me comenzaba a cortar hasta el sudor que perlaba de mi frente. Y susurraste: “No nos alcanzarán. Nadie es capaz de fotografiar el horizonte. Así que no nos alcanzarán.” Pensé que tú eras uno de aquellos ángeles sin alas, que un día se cayeron por casualidad de la exosfera, donde la codicia terrenal no lograba siquiera a tocarte los dedos de los pies. Pero te largabas, volabas demasiado alto como para que los pequeños querubines pudieran siquiera poder vislumbrar el aleteo de tus pestañas.
Hacía un frío de mil demonios que resquebrajaba las costillas y te imponía un miedo a respirar. Podía percibir la canela, incluso el débil rastro de las mandarinas, aunque esta vez no había jardín de atrás.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

El horizonte no se puede fotografiar... tampoco se puede alcanzar, por mucho que corramos... o volemos. El horizonte siempre estará allí, lejos, desafiante, inalcanzable.

Un beso, pedazo de escritora!!!

saqysay dijo...

Me encanta las fotografías del cielo, siempre encuentras figuras si hay nubes.

Es una manera de acercarnos a el...

Saluditos!

Zazish dijo...

He llegado aquí a través del blog de la Chicagato, y me ha gustado este escrito, mucho. Es inocente y hermoso. Es fresco...

No sé describirlo, se me da muy mal dejar comentarios, pero a partir de ahora te sigo. Un beso.

Anónimo dijo...

Fue hermoso, relajante, sincero, creativo, intuyo que es parte de tu novela, me encantaría saberlo, cuídate ^^

marta dijo...

El ángel se había marchado, dejando todas las esperanzas revoloteando en el aire.
Precioso texto, me encanta todo lo que escribes, ya lo sabes. :)

Un beso MUYMUYGRANDE.

Betzabé dijo...

Simplemente perfecto, como siempre.

Dara dijo...

A Cat le encanta respirar cuando hace un frío de mil demonios. Se le encienden los poros y le duele cada célula de los pulmones, pero se siente tan viva que es imposible esconder la sonrisa.


un miau que se columpia para ti :)