sábado, 30 de mayo de 2009

Puntitos de luz que resultaron ser farolas


Yo sé que es de idiotas, todo el mundo es consciente de que no hay más desdicha y miseria que la que uno quiere conservar. A mí me gusta mantenerla asida incluso cuando la ocasión no lo recomienda, y me estoy volviendo una drogadicta de los cambios incesantes. Creo que a una la hace sentirse segura, y no la obligan a tener que recurrir al etanol para ahogar a las sombras grises. Es mi salvavidas personal, con un yunque atado a un extremo. Llega un momento que estás tan hondo, que nada puede hacerte caer más abajo. Ni siquiera la marea es capaz de regresar con las autómatas siluetas del pasado, ellas ya se han cubierto de arena contigo.También inflo globos de helio comprimido y algodón de azúcar. Me los anudo a la cintura y asciendo hasta que la mielina de los axones se me ve completamente derretida, y me veo envuelta en un Alzheimer mundial, que hace que olvide mi nombre, mi situación, el color de las hojas de los árboles y cómo ulula el viento.
Pero antes de todo –es un paso primordial-, debo de preparar todo en un pequeño saco rojo (ya sea en un viaje marítimo o nebular). El bote de mermelada de naranja amarga, con la tapa a cuadrados rojos y blancos, que deja el regusto acre por los bordes de la misma. También viene conmigo el pequeño osito aviador, con su chupa de cuero, y el gorrito agujereado para que sus orejas puedan respirar con normalidad. Proviene del aeropuerto de Londres, y sabe de qué va la cosa cuando se trata de volar. Las semanas que toca hundimiento, le presto medio pulmón; y él me sonríe, mientras los arrecifes se reflejan en las pequeñas bolitas de ébano que tiene incrustadas en el rostro.
Yo sé que es de idiotas, la gente piensa que estoy para que me encierren –lo cual no comprendo, pues ya estoy encerrada-. También soy un monstruo y algunas cosas que Teddy me ha prohibido terminantemente nombrar. Pero él aún no me odia, y eso es un punto a favor.

11 comentarios:

Logos, vectores y viceversa dijo...

A mí también me gusta volar de la mano de los globos de helio.

saqysay dijo...

Me gustan los cambios, sobre todo si son para mejor. Siento que la vida tiene más sentido y no se vuelve monotona. No me agrada la rutina, ufs!! me satura.

No creo que eres la única, yo no te considero así, en todo caso yo también voy así...


Besitos, gracias por tu visita!

Anónimo dijo...

¿Alguien a caso te puede odiar? ¿Quién piensa que eres un monstruo? Yo creo que eres una chica de una madurez espectacular, que me abrumas con cada uno de tus escritos, y siempre me quedo con ganas de más. Tengo mucho, muchísimo, que aprender de ti.

Besos.

Betzabé dijo...

Y el osito que no te odiará hasta que te odies tú misma y como eso jamás va a pasar... a volar siempre.

Siempre es un placer leerte.

Dara dijo...

A Cat le gusta Teddy. Dice que se lo llevaría a volar en el avioncito de Luna. Si quiere, si no le da miedo, si está dispuesto a saltar en paracaídas. Ya sabes, todas esas cosas que se hacen en los avioncitos con sonrisa.


un miau de oreo, niñaencanto

Anónimo dijo...

Para mi es rutinario sonreír, eso es malo?^^
Sea cual sea la forma de unirse al mundo, es valedera, ya que la intención de este no es hacerte feliz, sino brindar todo tipo de posibilidades, hasta la de insultar. Mal día para mi, espero y el tuyo mejore.

Anónimo dijo...

Eres original con tus gustos y quehaceres... Un verdadero gusto leerte.

Elena Cardenal dijo...

yo prefiero pensar que los puntitos de luz son lo que cada uno quiera ver.
Me gusta mucho el escrito!
Besos!!

Yusuke Hatanaka dijo...

La pregunta es: ¿Quién debe definir la idiotez?

Rogger dijo...

El Alzheimer está en todo. La verdad, a veces me invade el alzheimer.

Buen post, no creo que sea tanto de idiotas.

Saludos, Dafne, un abrazo amistoso para ti.
;)

marta dijo...

Entonces Teddy es un buen amigo, de esos que duran toda la vida.

Un beso MUYGRANDE :)