miércoles, 13 de mayo de 2009

I love your glasses

Le miró con el desasosiego estampado en cada pupila de ceniza.
-¿Qué posición ocupo en la lista de tus prioridades? –lo dijo rápido, intentando no atragantarse con las palabras y aparentar serenidad al mismo tiempo.
-Ninguna –susurró, sin apenas inmutarse, y comenzó a jugar con un mechón chocolate de su pelo. Enrollando y desenrollando cada fibra capilar, como si de un spaghetti se tratase, y sus dedos fueran el tenedor.
-¿Quieres decirme que ni tan siquiera me puedes dar el último puesto? Eso es muy patético –la angustia se la comía por dentro, pero no lloraba por miedo a desbordarse y manchar su vestido nuevo-. Al menos podrías haber ido con más tacto a la hora de decírmelo…
-Me gustan tus gafas –se limitó a contestar.
-¿Qué…?
-Eso, me gustan tus gafas. Y no importa si están sucias, si tienen una mota de polvo en el cristal, si con el tiempo pasan de moda y acaban en algún escaparate de viejas antiguallas, o si alguien las chafa y se fragmentan en mil añicos. Seguirán siendo mis gafas favoritas –dejó de juguetear con el pelo y deslizó la yema del dedo sobre la clavícula de Nadia-. Ah, y no eres una prioridad en mi vida, de ésas tengo muchas. Pero tú eres única, así que tan sólo puedes ser calificada de necesidad.

5 comentarios:

V dijo...

¿Inspirada en Russian Red?
A mí también me encantan sus gafas y, por supuesto, su música.

Una necesidad, lógico, mucho más importante que una prioridad. ¿Para qué voy a añadir algo más si él ya lo ha dicho todo?

Me gustó mucho, me dejó un dulce sabor de boca, creo que es chocolate... aunque la imagen de los cabellos de espagueti me desconcentró y me hizo pensar en salado. Sonreí.

Gracias por estos textos.
Un abrazo, señorita Isern.

V

Anónimo dijo...

^me ha encantado, es grandioso leer de tus palabras, una historia con mas de un participante activo en escena, fue genial.
cuidate^^ cuida de la bella mujer que eres

Dara dijo...

Y le gustaban sus huesos. Y sus vértices, y sus puntos y aparte. Le gustaban tantas cosas que eso de las prioridades se le quedaba corto. Y necesitaba empezar otra lista, una mejor, una donde entrara cada poro de su piel.



un miau que juega con una ovejita para ti, pequeña :)

Anónimo dijo...

Una necesidad, las gafas, su mano acariciándole...

Me ha encantado, creo que no se puede añádir nada más.

Besos.

Anónimo dijo...

Nunca lo había pensado detenidamente... pero llamarle a una persona "necesidad" es un piropo extraordinario.

Precioso texto, me enganchó desde las primeras líneas ("Le miró con el desasosiego estampado en cada pupila de ceniza"). Eres muy buena.

Un besito.