lunes, 18 de mayo de 2009

De la bañera al colchón















Contacto físico experimental.
Algo que llene tanto como para saciar la sed que tengo de conquistar fronteras intransitables de los circunflejos de tu espalda, navegación por el dorso de tu mano forjada en vaselina desgastada, recorrer con minuciosidad la zona de tu cintura mientras me retracto en la posibilidad de hacer descenso por los recodos de tu columna. Pero las manos se me empequeñecen, tu cuerpo se vuelve demasiado intocable para las yemas tan sucias que la genética me ha dado y me abrazo a mí misma por miedo a volverme loca sin el acercamiento de algo menos frío que la mampara de la bañera.
Agarro con fuerza el agua, intentando pellizcarla una y otra vez. Hasta que consiento que ella se resbale por mi cadera, y se pierda con el resto, para que al menos ella disfrute de la compañía que se merece.
No quiero resignarme a la idea de que no existes, de que lo único que nos queda es tu recuerdo y unas fotos en blanco y negro por tu amor a la saturación. “Qué idiota”, pensarás. Y te entiendo, porque a mí me dice alguien que se ha comprado el champú que yo utilizaba para olerlo cada noche y cada mañana, que tiene enmarcadas las cartas que escribía para que sigan intactas, que va cada sábado al banco de siempre para representar tardes ya pasadas, y supongo que yo también le tacharía de loco maniático que no acepta que el río desemboque en un mar de cenizas.
A pesar de eso, me sigo desmayando en la cama para pensar que las sábanas son tus brazos, y que el óxido del recuerdo aún no me ha producido un tétanos por ti irremediable.

P.D: Porque fue este año cuando supe de la existencia de tus célebres palabras, y qué menos que dedicarte como mínimo un pequeño rincón en esta libreta de palabras virtuales. Como tú decías: "Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida", y tu síntoma será recordado por toda la historia de la literatura y en el estuche de los recuerdos que guardo en mi cajón.

Descansa en paz, Mario.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

No permitas que "el óxido del recuerdo" (¡¡¡qué maravilla, chica!!!) termine contigo. No podemos vivir en el pasado, bajo ninguna circunstancia... porque la vida no espera por nosotros, y los trenes siguen pasando.

Escribes magistralmente, niña.

Un beso.

Anónimo dijo...

Fue realmente genial, dejar una huella en los demás, un recuerdos, espero que a él llegue por un segundo el susurro de quienes deja y le aprecian, por aquellas letras que escribió de su alma.
Cuídate. ^^

Diario de un PEaton dijo...

" La muerte es una presencia y la barajo en conexion a lo que es la muerte para otros,no solo para mi. Pienso que una de las formas de sobrellevar la idea de la muerte es darle la cara, hablar de ella, dialogar con ella"

M.Benedetti.

ME ha gustado mucho chula tu contestacion que me has dejao en mi blogs. antes que nada quiero decirte que obligado estuve a Buscar las palabras exactas para que esto no tuviera un mal entendido, ami me encanta como escribes, y muchas gracias por entra y leer mis textos.

REsumiendo sabes donde estoy, resumiendo si me llamas voy, como dira Sabina.....
Salud por la palabras, y un beso con sabor.

marta dijo...

¡Oh! precioso, sin duda alguna, un excelente homenaje.
Ya sabes lo mucho que me encantan tus escritos, siento mucho no haberme pasado más últimamente, cada visita siempre supone una delicia :)

Un beso MUYGRANDE.

Anónimo dijo...

Un grandioso homenaje digno de un gran escritor.
Mi libro de poesías favorito (por el que lo conocí) de Benedetti es Viento del exilio.

Besos desde el exilio.

Dara dijo...

Solo morirá cuando el óxido se lo coma todo. Y si no le dejamos, vivirá para siempre.



un miau grande, amapolita :)

V dijo...

Creo que si me quedo callada, mis pobres palabras no se cruzarán con las tuyas y evitaré que parezcan miseria...

En serio, no puedo decirte nada, me gusta la gente nostálgica, porque pienso que ellos no han perdido la esperanza y si lo han hecho, saben valorar un recuerdo.

Ya sabes que me encanta cómo escribes, eres distinta a todos, tienen un encanto especial tus palabras y entre tanta descripción, un profundo significado, al que me cuesta llegar, pero una vez que estoy en la meta, descubro la belleza del camino.
Gracias Dafne, besitos.

V

Betzabé dijo...

Descanse en paz... porque Shakespeare y Mario Benedetti son las dos mejores personas que han pisado el planeta para hacernos reír, llorar, preocuparnos y reflexionar... ahora ¿qué sigue? El recuerdo, porque Mario se ha ganado un lugar el insignificante pero muy placentero rincón de nuestras mentes... Eres muy buena, demasiado para ser real... qué felicidad me da haberme topado con este lugar.

Unknown dijo...

Dafne
esta muy chevere tu blog...

segui posteando guapa...

ahi te dejo para que lo cheques:

www.tumentepoderosa.blogspot.com

fer

victorbite dijo...

Uf, todo lo que escribes son como olas enfurismadas, es desconcertante, llenas las frases de conceptos. Aún con todo, dentro del estilo eres buena buena.

El texto de las gafas, a pesar del final inevitablemente predecible, me ha derretido. Muy sugestivo.
Y eso.

Azul dijo...

Acabo de encontrar tu blog y este post me parece hermoso, te juro que tu estilo es increíble y envidiable. Lo mejor fue "Hasta que consiento que ella se resbale por mi cadera, y se pierda con el resto, para que al menos ella disfrute de la compañía que se merece", AMÉ esa parte.
Sigue así, saludos.