domingo, 29 de marzo de 2009

Dulce perdición



Compré un tarro de mermelada rellena de naranja amarga. Ni siquiera me gustaba, no tenía ni un ápice de apetito; pero, a pesar de todo, la compré.
Quería escabullirme de lo dulce, de aquella masa pegajosa de praliné con trocitos de almendra bañado en “chocolat” negro, de aquella manteca de cacao que sobrepasaba el límite hipocalórico que podía ingerir en lo que llevaba de día.
He invertido demasiado tiempo en amarme a mí misma, y tengo que ergonomizarme en facturas amorosas plausibles para el corazón; necesito adaptarme a toda esta contaminación que taladra el intento de respirar, a bocanadas diminutas y contando el flujo de componentes de la nomenclatura química, para que no me dé un ataque por no saber en qué terreno me meto.
Una vez he deglutido unas quince cucharadas, ya no hay amargor ni acritud, tan sólo queda la añoranza a los bombones de caja roja, concretamente al blanco, el que más engorda y el que no se trata estrictamente de chocolate. Pero es tan dulce, que en todos los sentidos me recuerda a ti.

7 comentarios:

Dara dijo...

Si sigue comiendo naranja amarga, se contagiará, y después le costará sonreír más de lo normal.



un miau, señorita mermelada

Anónimo dijo...

En todo cuerpo hay lugar para lo amargo y lo dulce, depende del momento.
¿Quizás lo amargo pueda traer alguna sonrisa en algún momento concreto?

Además si todo fuera dulce...¡Qué aburrido sería!

Besos.

P.D. ¿Qué tal por Italia? ¿Y los exámenes? Seguro que genial ambas cosas.

Anónimo dijo...

Sigue sintiendo lo que quieras sentir, sigue viendo el mundo, como tu lo desees, me escribiste que esto te brindaba seguridad, eso deja mucho que desear, no se si este no es un buen momento para mi, o si lo que veo es tan solo un alma que no desea quitarse la venta, pero creo, que solo deseas un apoyo y una excusa.
Disculpa si me equivoco... no no me disculpes ódiame, ya que me desagradan las lamentaciones.

V dijo...

Si es tan positivo, disfruta de lo dulce, da igual que engorde, da igual lo que produzca... si te da una sonrisa.
Supongo que los momentos amargos también son importantes, pero si son malos, no les des importancia, vive los dulces.
Y con respecto a lo de que te dedicaste más tiempo a ti misma, el ser humano no puedo amar sin amarse a sí mismo primero. Por lo que, quiérete, quiere a los demás, y quiere a esa persona también.

V

Anónimo dijo...

Me alegro que haya ido todo bien (en referencia a los exámenes e Italia).

Totalmente de acuerdo, Roma es fantástica y la pasta... pues muy buena, toda la que mi condicion de vegetariano me permite comer T_T

Estudio comunicación audiovisual, una carrera bastante desilusionante, la verdad, puesto que no es como en un principio te la esperas, aunque al final acaba por gustarte (que remedio...)

Un beso.

Anónimo dijo...

Dejé un par de premios en mi blog para tí, por si te apetece pasar a recogerlos y adoptarlos...

Besos.

Anónimo dijo...

No es necesario que pongas los 8 blogs ni que pongas la entrada con el premio, yo es la primera vez que lo hago.

Lo de ser vegetariano es algo largo de explicar. En resumidas cuantas: después de ver lo que sufren los animales hasta llegar a nuestro estómago decidí serlo.

En cuanto a la carrera, la elegí un poco a voleo. Quería hacer filosofía y me rajé al final. Por mi amor al cine y al arte entre en esta y la desilusión llegó cuando me dí cuenta de que estaba estudiando periodismo con otras optativas... y no me gusta el periodismo.

Besos.