Leer a Kundera a la luz de una vela que
parece nunca consumirse mientras nuestros ojos permanezcan abiertos. Enfrente,
un viejo cementerio se extiende bajo un cielo encapotado que parece nunca
casarse de llover. El miedo que se agria en la punta del paladar lo endulzas
con besos rítmicos, enredados. Me preguntas si acaso temo al paso del tiempo,
al envejecimiento. La carne se pudre aquí y al otro lado del océano. Y a la
mañana siguiente, la luz baña tu cuerpo semidesnudo, tu pétrea musculatura de
marfil, intacta ante los vicios indeseados. Café de filtro y huevos especiados
más de la cuenta. Tiemblo, tiemblo como una hoja bajo las sábanas
húmedas. Me aterra, me aterra esto de vivir. La vida desgasta y, contigo, cada
vértice de mi cuerpo se erosiona a velocidad de vértigo.
Die Quelle der Angst liegt in der Zukunft, und wer von der Zukunft befreit ist, hat nichts zu befürchten.
2 comentarios:
Me encantó.
Tan Hermoso
saludos, nahuel
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